La tutoría virtual, primeramente, consiste en la comunicación asíncrona entre profesor y alumnos mediante correo electrónico, que facilita el seguimiento de la actividad del estudiante y permite ofrecer orientaciones académicas y personales, específicas y personalizadas. Ésta puede complementar a la tutoría presencial.
Tiene como objetivo el facilitar la tarea de orientación de los alumnos por parte del profesor utilizando como medio de comunicación el correo electrónico ya sea de forma privada, dirigiéndose a un estudiante en particular, o pública, al grupo-curso. Además, busca profundizar en el conocimiento de las dudas e intereses de cada alumno, permitiendo al profesor ejercer una labor formativa y orientadora más adecuada y personalizada.
El alcance geográfico que se tiene hacia la población es uno de los factores que se promueve en la tutoría virtual, ya que facilita mucho la instrucción educativa sin requerir la presencia física del profesor o los alumnos en un lugar y hora específicos. Sin embargo, esto no significa que no existan requisitos que deben suplirse, como lo es el disponer de:
Recursos materiales mínimos
- Una computadora con Internet a la cual puedan acceder tanto el alumno como el profesor.
- Correos electrónicos para el intercambio de mensajes.
Por otro lado, existen otros factores relevantes que también ofrecen diversas ventajas educativas con la impartición de esta herramienta, como lo son:
La instrucción con asesores expertos en las distintas áreas de conocimiento:
Promover el "aprendizaje sin fronteras" que conllevan las reuniones virtuales, rompiendo las barreras de tiempo, espacio, edad y circunstancias.
Flexibilidad de tiempo y espacio para la instrucción:
Que genera la oportunidad de una educación sin limitaciones impuestas por ubicación geográfica/espacios específicos de instrucción o zonas horarias.
Facilidad en el uso efectivo del tiempo:
Que ofrece a un estudiante avanzar progresivamente de acuerdo a sus necesidades individuales tanto personales como profesionales.
El desarrollo de una interacción social que apoya el aprendizaje efectivo y significativo:
Por medio del intercambio de experiencias grupales con compañeros de estudio y profesores asignados y con la ayuda de las tecnologías de información.
Flexibilidad en el uso de recursos educativos de apoyo a la instrucción:
Como catálogos de bases de datos con materiales impresos, bibliotecas digitales, recursos multimedia, etc.
En educación a distancia, el tutor (docente) se desempeña como consejero, asesor y guía en el ambiente de aprendizaje, siendo su responsabilidad fomentar la colaboración y comunicación, así como también fungir como facilitador del proceso de enseñanza-aprendizaje, propiciando situaciones de aprendizaje con la intención de orientar a los alumnos a que gestionen y lleguen a desarrollar de manera autónoma su propio proceso de aprendizaje. De esta manera, el estilo y filosofía que el tutor impregna en un curso a distancia influyen significativamente en las actitudes y desempeños de los alumnos, garantizando así el éxito o fracaso del curso sobre los medios electrónicos.
Así pues, el desafío al que tendrían que enfrentarse los docentes en ambientes virtuales es el de propiciar situaciones dinámicas de aprendizaje, apoyado por los recursos educativos institucionales y los materiales de estudio, y formar parte activa, junto con el alumnado, de esta útil e innovadora herramienta de instrucción.